Relación de la obesidad en población adulta atraves de una alimentación saludable y ejercicio físico. Revisión bibliográfica

Abstract

La obesidad se ha consolidado como uno de los principales retos de salud pública del siglo XXI, ya que más allá de un exceso de grasa corporal, también está vinculada a un mayor riesgo de enfermedades crónicas y a un deterioro de la calidad de vida. Por este motivo, entre las estrategias más empleadas para su manejo destacan la adopción de patrones alimentarios saludables y la práctica regular de ejercicio físico, cuyo fin es mejorar parámetros como el peso, la composición corporal y el índice de masa corporal. En este sentido, la evidencia científica disponible indica que no existe una fórmula única y universal para tratar la obesidad, sino que se requiere un enfoque integral que combine alimentación saludable, actividad física y modificaciones en el estilo de vida. De hecho, la reducción del balance energético continúa siendo el eje central para la pérdida de peso; sin embargo, el tipo de patrón dietético adoptado condiciona tanto la respuesta metabólica como la capacidad de mantener la adherencia a largo plazo. Asimismo, la práctica de ejercicio por sí sola tiene un efecto limitado en la disminución del peso corporal, aunque resulta esencial para mejorar la salud cardiometabólica y preservar la masa muscular. Por otro lado, los programas más efectivos son aquellos que integran una dieta mediterránea con restricción calórica, entrenamiento concurrente que combine fuerza y actividad aeróbica, componentes de ejercicio interválico de alta intensidad y un abordaje conductual que contemple factores como el descanso, la gestión de la ansiedad y los hábitos alimentarios. En consecuencia, la prevención y el tratamiento de la obesidad no pueden basarse en una única estrategia, sino que deben apoyarse en la aplicación conjunta y personalizada de diferentes intervenciones. Finalmente, cuando estas medidas se aplican de manera adaptada a cada persona, ofrecen los mejores resultados en la mejora de la composición corporal, la preservación de la masa muscular y la reducción de riesgos cardiometabólicos.