El divorcio es un fenómeno en aumento desde hace décadas y, además de representar un evento estresante para la pareja, tiene un impacto significativo en los hijos. La mayoría de las investigaciones sobre el divorcio parental se han centrado en sus efectos a corto plazo, principalmente en la infancia, dejando en segundo plano a los hijos en edad adulta. Este estudio tiene como objetivo contribuir a la investigación reciente sobre los efectos del divorcio parental a largo plazo, en la adultez joven, analizando la soledad no deseada y el apoyo social percibido, así como las posibles diferencias en función del sexo y la edad. Para ello, se contó con una muestra de 35 adultos jóvenes, quienes completaron una encuesta en la que estaban incluidos cuestionarios sobre soledad no deseada y apoyo social percibido. Los resultados indicaron que, si bien se observaron ligeras diferencias en función del sexo y la edad, estas no fueron estadísticamente significativas. Por lo tanto, no se puede concluir que dichas variables sean determinantes en la experiencia de soledad no deseada o en la percepción del apoyo social. Estos hallazgos sugieren que estos factores podrían depender en mayor medida del contexto individual, del momento vital o de otras variables.
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