Efectos del ejercicio físico en personas adultas que han sufrido un ictus
No procede
Director/es: Calle Pérez, Laura de la
Palabra/s clave: Ictus; Accidente cerebrovascular; Ejercicio físico; Función motora; Calidad de vida
Fecha de defensa: 2024-06
Tipo de contenido:
TFG
Resumen:
Introducción: El ictus, también llamado accidente cerebrovascular, es una enfermedad que se produce cuando se interrumpe la circulación de la sangre que va hacia el cerebro debido a la rotura u obstrucción de un vaso sanguíneo. El ictus es la segunda causa principal de discapacidad en todo el mundo y la tercera causa principal de muerte en países de ingresos bajos y medianos. Los síntomas de esta enfermedad son pérdida de fuerza, dificultades en el habla, pérdida de equilibrio, pérdida de visión parcial total en un ojo o en ambos, entre otros. También, las secuelas tras sufrir un ictus se pueden relacionar con una baja condición física, calidad de vida reducida, dificultad para caminar y un deterioro de la función motora y cognitiva. Por ello realizar ejercicio físico durante la etapa de readaptación es importante para obtener mejoras. Objetivos: El objetivo principal de esta revisión bibliográfica es analizar los efectos de un programa de ejercicio físico en personas adultas que han sufrido un ictus. Metodología: Para llevar a cabo la revisión bibliográfica, se ha realizado una búsqueda de estudios del 2015 en adelante, a través de las bases de datos MEDLINE Complete, SPORTDiscuss with Full Text y Rehabilitation & Sports Medicine Source; de las cuales se seleccionaron once artículos para esta revisión. Discusión: Los resultados obtenidos muestran que realizar ejercicio físico tras sufrir un ictus ayuda en su recuperación permitiendo realizar acciones de la vida cotidiana, así como mejorar los niveles de salud y calidad de vida. Además, se ha observado que existe una correlación directa entre
la fuerza muscular, el equilibrio, la marcha y la calidad de vida, por lo que si se quiere mejorar esta última es necesario trabajar las otras variables. Futuras líneas de investigación: A la hora de realizar estudios en un futuro se deberían considerar: el tipo de ictus, la fase del ictus, el tipo de medicación y la relación entre los programas de ejercicio físico y la función cognitiva. Conclusiones: Realizar ejercicio físico a una intensidad y frecuencia adecuada, es beneficioso para las personas adultas afectadas por un accidente cerebrovascular o ictus ya que mejora la fuerza, el equilibrio, la marcha y la calidad de vida.
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Formato: PDF
Tipo de contenido:
TFG